Así brillan los cinco destinos de Iberia en Portugal

23/09/2021

 

En Iberia, por suerte, conocemos muy bien a nuestros vecinos de la Península Ibérica; de hecho, si nos remontamos a nuestros primeros años de operación, Lisboa se convirtió en 1939 en nuestra primera ruta internacional. Hace no mucho, celebramos su octogésimo aniversario. Más de ocho décadas después, Portugal sigue estando bien comunicado por vuelos diarios, la mayoría cortos y muy asequibles, que permiten a nuestros pasajeros explorar las playas, la historia, la cultura y el resto de atractivos de Portugal.

Por eso, hemos preparado un breve pero interesante resumen de los cinco destinos portugueses a/desde los que opera Iberia. ¡Te animamos a que los visites todos! Créenos, ¡no te arrepentirás!

Lisboa

Asentada sobre siete colinas, la capital de Portugal es una mezcla romántica entre lo antiguo y lo nuevo, lo tradicional y lo moderno, con unos barrios que enamoran. Podemos empezar con Alfama, de carácter medieval, cuyas calles adoquinadas y empinadas están coronadas por el espectacular Castillo de San Jorge. En otra colina se ubica el Bairro Alto, del siglo XVI, el primero planificado dentro de Lisboa y, desde hace algunos años, un hervidero de vida nocturna y experiencias alternativas.

Bajando de estas colinas, La Baixa es el corazón de Lisboa, con arquitectura neoclásica del siglo XVIII y que alberga algunos de los monumentos y lugares de interés más distintivos de la ciudad; también buena parte de la actividad comercial. En el paseo marítimo del río Tajo, Belém se destaca por sus dos espacios declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO: la Torre de Belém, del siglo XVI, y el Monasterio de los Jerónimos, del XV, aunque tampoco puedes perderte el Monumento a los Descubridores.

Un poco más lejos, el moderno Parque das Nações (Parque de las Naciones) fue el lugar elegido para la Exposición Universal de 1998, una zona posteriormente remodelada y convertida en un distrito lleno de arquitectura futurista, tiendas, restaurantes, vida nocturna, hoteles y grandes atracciones para el visitante, como uno de los acuarios más grandes del mundo.

Oporto

En el norte del país, en plena desembocadura del río Duero, la segunda ciudad más grande de Portugal es también la capital del vino: Oporto se ha convertido en el centro del comercio del vino al que da nombre y ejerce, igualmente, como puerta de entrada a la hermosa región vinícola del valle del Duero. La historia de esta preciosa ciudad se remonta a la época romana.

Su centro histórico, Ribeira, es en sí mismo otro lugar declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO gracias a monumentos como la Sé (catedral), del siglo XII, la Iglesia de Santa Clara o el opulento Palácio da Bolsa. Puedes visitar diferentes bodegas y saborear las degustaciones sobre el terreno. También hay estupendas playas cercanas, como las de Matosinhos.

Oporto gestó su firme economía en la construcción naval y el comercio marítimo, algo que se nota en la imponente arquitectura histórica existente. Pero no todo es historia aquí, pues la ciudad también cuenta con un lado fresco y moderno, con ejemplos palpables como el minimalista Museu de Arte Contemporânea o la atrevida sala de conciertos Casa da Música, diseñada por el arquitecto holandés Rem Koolhaas. ¡Una mezcla embriagadora!

Algarve

Obviando sus dos principales ciudades, el mayor atractivo de Portugal radica en las extraordinarias playas del océano Atlántico y las atracciones turísticas que han florecido en sus costas sur y sureste; para llegar hasta aquí, será necesario volver a la capital del Algarve.

Faro tiene sus propias playas locales que atraen a multitud de visitantes durante el verano, pero su Cidade Velha (centro histórico) ofrece igualmente un gran ambiente cultural. Aquí se incluye la catedral del siglo XIII, museos con restos arqueológicos romanos o un museo de ciencia; sin olvidarnos, claro está, de sus excelentes campos de golf y las múltiples opciones de ecoturismo en las inmediaciones.

Más allá de Faro, en el resto del Algarve han prosperado múltiples localidades orientadas al turismo de playa, como Albufeira, Lagoa, Lagos, Portimão o Sagres: en cualquiera de ellas podrás disfrutar de buenas experiencias junto al mar, como preciosos atardeceres, o incluso dentro de él, a través de deportes como buceo, kayak, submarinismo o surf.

No se queda atrás el interior de la región, donde los ritmos de la vida se acercan más al pasado tradicional en bellísimos pueblos como Loulé, Monchique, Silves o Tavira. Son lugares que se pueden conocer con excursiones de un día desde los centros turísticos costeros o, si lo prefieres, también puedes explorarlos más en profundidad al alojarte una o dos noches por la zona. Es un destino con mucho encanto.

Madeira

Este archipiélago de tres islas en pleno océano Atlántico destaca por tres aspectos principales: de un lado, por su clima subtropical templado durante todo el año, con una temperatura muy agradable de enero a diciembre; de otro, por espectaculares paisajes escarpados, que se encuentran entre los más hermosos de Europa, y por unas playas de ensueño; y, por último, por una naturaleza exuberante entre la que destaca el bosque de laurisilva que ocupa alrededor del 20% del territorio y que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO al ser uno de los últimos bosques vírgenes de Europa. Un increíble telón de fondo para el turismo de aventura y el ecoturismo, incluyendo el senderismo por canales de riego conocidos como levadas.

Por su parte, la capital de Madeira, Funchal, alberga la mayor parte de la población del archipiélago y el apartado económico. Ofrece al visitante una interesante riqueza arquitectónica, muy buenos restaurantes y lugares emblemáticos como la Sé, del siglo XVI, y la Fortaleza do Pico, un fuerte construido en el siglo XVII para defenderse de los piratas. Una de las costumbres en Funchal es subir al punto más alto de la ciudad, Monte, donde después de disfrutar de la imponente panorámica y de sus impresionantes jardines tropicales, lo mejor es bajar la colina en un tobogán de madera y mimbre guiado por lugareños de pies rápidos. ¡Te encantará!

Azores

Otro archipiélago, pero este compuesto por nueve islas; podría interpretarse como la respuesta de Portugal a las Islas Canarias españolas. Puedes volar a la capital, Ponta Delgada, una encantadora ciudad de fachadas encaladas con marcos de piedra volcánica y no pocas atracciones interesantes.

También puedes descubrir alguna otra isla de las Azores, comenzando por São Miguel (arriba), hogar de un espectacular paisaje volcánico y verde que alberga imponentes acantilados y antiguos bosques de laurisilva. Es un destino de ensueño para los amantes de la naturaleza y la aventura, con actividades como senderismo, ciclismo, buceo, parapente, barranquismo o, por qué no, simplemente sentarse a disfrutar de las aguas termales, que son parte del legado volcánico de las Azores. Faial, Graciosa, Ilha de Corvo, Ilha de Flores, Ilha do Pico, Santa María, São Jorge y Terceira completan un archipiélago único.

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