Entre todos los medios de transporte, el avión es el más seguro.
A pesar de la seguridad y garantía que pueda presentar el avión, y la tripulación que va en él, son muchas las personas que experimentan miedo al subirse a él. Los datos disponibles no son precisos, pero se estima que alrededor del 13% de la población occidental desarrolla miedo a volar, (Prevalencia, Dimensiones y Vías de Adquisición en el Miedo a Volar en Avión (uned.es)) siendo un 5% las personas que lo padecen de manera intensa, considerándose, entonces, que sufren aerofobia.
Si bien puede ser un viaje muy breve, el temor irracional al vuelo hace que por motivos que resultan complicados de explicar, se sienta tensión, angustia, sudoración, náuseas y vómitos, aumento del ritmo cardiaco, y malestar general. ¿Cómo se pueden controlar estos síntomas? Estos son nuestros cinco consejos prácticos.
5 consejos para superar el miedo a volar
Llevar a cabo estos pasos puede ayudarte a gestionar el miedo a volar:
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Infórmate sobre lo que ocurre en un vuelo para anticiparte a lo que vas a vivir
De forma natural el ser humano tiene miedo y desconfía de lo desconocido, por ello, es recomendable que tengas un conocimiento básico sobre cómo funciona un avión y cómo se va a desarrollar el vuelo.
Pide a amigos y familiares que te relaten su experiencia en un avión. Aunque puedas escuchar historias protagonizadas por las turbulencias, te darás cuenta de que todas terminan de la mejor manera y de que esta circunstancia no desencadena un accidente.
Anticiparte a lo que sucede en un avión te evitará sorpresas. Saber que las turbulencias o los ruidos extraños producidos por la maquinaria interna del avión son habituales, reducirá tu miedo.
No obstante, este primer paso no es suficiente para erradicar el miedo a volar. Al tratarse de un fenómeno emocional, los procesos cognitivos fundamentados racionalmente tienen un desarrollo limitado frente al miedo, pues esta emoción tiene gran poder e influencia.
Si es necesario, no dudes en consultar con un psicólogo especialista en fobias o miedos. En concreto, la fobia a volar tiene un nombre técnico, la aerofobia. En terapia aprenderás a racionalizar este sentimiento, a respirar, controlar la ansiedad y, en definitiva, modificar tu comportamiento ante un viaje.
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Elige bien tu asiento
Si bien el miedo es poderoso, nuestra gestión emocional lo es más -y nuestras decisiones también-. Antes de viajar selecciona el asiento del avión correcto. ¿Cuál es el que ofrece mayor tranquilidad? Aquel que se encuentre cerca de la salida de emergencia o fila delantera.
Las plazas de la parte trasera son menos recomendables, ya que a la hora de despegar esta zona resta percepción de horizontalidad, disminuyendo la sensación de estabilidad. La parte delantera aporta mayor seguridad al encontrarse cerca de los profesionales, capaces de dirigir la situación en caso de cualquier imprevisto. La comodidad a la hora de viajar es fundamental para controlar de manera óptima tu miedo a volar; por ello, es recomendable que escojas el asiento junto al pasillo antes que el de la ventanilla o el del medio. Así te sentirás menos encerrado.
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Prepara autoinstrucciones
Ten en cuenta que antes de llegar a calmar tu miedo a volar tendrás que vivir momentos incómodos. Por ello, una solución es que establezcas tu propio manual de actuación en caso de incidencia. Prepara los métodos más efectivos personales con los que puedas disminuir tu miedo.
Elabora una lista detallada de posibles incidencias y sus correspondientes respuestas para estar preparado. Tus autoinstrucciones gestionarán tu atención y reacción ante cualquier señal de miedo.
Por ejemplo, ante posibles turbulencias puedes establecer una técnica de respiración calmada que te obligue a centrarte en su realización y no en el contexto de la situación. Así, distraerás tu mente y gestionarás los síntomas de forma beneficiosa.
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Evita ingerir comida con fibra antes de volar
Se recomienda tomar una dieta equilibrada en la que se reduzcan los alimentos energéticos, así como los ricos en fibra o diuréticos en momentos previos a un vuelo. Esto se debe a que es un contenido que puede obligar ir varias veces al baño, siendo un lugar generalmente temido por las personas con miedo a volar.
Respecto a la hidratación, lo ideal es evitar productos con cafeína que alteren el ritmo cardiaco, el cual ya se ve sobreexpuesto como síntoma del miedo. Los remedios naturales como el agua azahar son recomendadospara esta situación.
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Busca una fuente de distracción
El miedo se manifiesta de diferentes maneras, y una de ellas es la tensión y angustia. Para hacer frente a estas emociones puedes utilizar objetos con los que reducirlas. El cubo inquieto, por ejemplo, puede ser tu aliado para calmar tu estado al requerir tu atención mental, ya que incluye engranajes, disco giratorio, botones, bola de gel, palanca de mando, etc.
El spinner también es un juguete ideal para conseguir tranquilidad. Deslizando y observando cómo gira puedes detener tu mente en ese movimiento, obviando lo que sucede en el avión. Las pelotas antiestrés, creadas para apretar con las manos, o los anillos en los dedos para girar en momentos de tensión también son alternativas.
Tratamientos psicológicos que se aplican para superar el miedo a volar
Si por ti mismo no te ves capaz de afrontar el momento, la Ciencia te ofrece varias soluciones. Estas son las técnicas que se trabajan en consulta del psicólogo más habituales para tratar la aerofobia:
Técnicas de relajación
Son habituales para calmar la ansiedad y muy útiles en el caso de la aerofobia. Aprender a controlar la respiración es el primer paso para evitar que se desencadene una crisis de ansiedad.
Se recomienda inspirar por la nariz en vez de por la boca; concentrarnos en el abdomen y observar cómo somos capaces de respirar suave; inspirar un par de veces de manera profunda y soltar el aire muy lentamente por la boca.
Hay otras técnicas más complejas y también eficientes como la relajación muscular o la relajación progresiva de Jacobson que te puede enseñar un psicoterapeuta.
Visualización
A través de este método lo que se trabaja es enfrentarnos a los miedos a través de la visualización. Ello permite al paciente adquirir herramientas y habilidades a la hora de enfrentarse a ellos en la realidad. Existen nuevos mecanismos de realidad virtual que se han demostrado muy útiles a la hora de recrear escenarios sin que la persona se exponga al miedo solo, sino acompañado del terapeuta en la consulta.
Hipnosis
Ayuda a acceder a recuerdos y la historia de la vida del paciente que haya podido ocasionar el miedo a volar. Con la hipnosis se trabaja sobre esos pensamientos, para sustituirlos por otros “sanos” que ayuden al paciente a superarlos.