La aerofobia me limita

14/04/2022

Si alguna vez has sentido que experimentar el miedo a algo concreto te llevaba a evitarlo para no experimentar malestar, hoy hablamos de cómo todo esto ocurre y nos limita con el miedo a volar.

¿Te acuerdas de ese viaje con amigos que al final no pudiste hacer por miedo a coger el avión? ¿O de las veces que rechazaste visitar ese país que tantas ganas tenías de ver por el miedo a lo que pudiera pasar? Si algo de esto te suena, te invitamos a que sigas leyendo.

El miedo a volar significa, en muchas ocasiones, renunciar. Renunciar a planes, a amistades, a mantener de forma física vínculos, y todo ello por la ansiedad que genera tanto el vuelo, como la preparación previa. Son muchos los pensamientos que nos invaden cuando hay algo concreto que nos genera ansiedad. Hoy queremos recordarte que el miedo se alimenta de nuestros pensamientos, y son solo eso, pensamientos.  Y aunque a veces sientas que tienen mucho peso, no son la realidad.

Hay algo que ocurre con los miedos, y es que para no experimentar toda la activación corporal que nos llevan a sentir (mareos, respiración agitada, palpitaciones, tensión muscular), los evitamos. ¿Pero qué ocurre si lo hacemos? Que acabamos por mantener el problema, ya que no aceptamos que nuestro miedo es irracional y que la realidad dista mucho de lo que imaginamos. Nuestro cerebro genera asociaciones rápidamente, y esto tiene una parte buena y una parte mala. La mala es que cuando hemos vivido o visto algo que puede ponernos en peligro, nos lleva a anticipar que una situación parecida va a tener esas mismas consecuencias. ¿Cuál es la parte buena entonces? Que nuestro cerebro también aprende a interpretar las cosas de una forma diferente, pudiendo así superar miedos. Por eso es tan importante separarnos de nuestros pensamientos y trabajar con profesionales si lo necesitamos, para generar una narrativa distinta.

Pero volvamos a las limitaciones que supone la aerofobia. No se quedan únicamente en dejar de disfrutar del ocio y de las vacaciones que muchos esperamos con ganas. También tienen que ver con perder oportunidades laborales, con no dar el paso de acercarnos físicamente a personas que queremos y que viven a muchos kilómetros de distancia, y también afecta en el desarrollo individual de las personas. ¿Y qué queremos decir con esto último? Pues que los miedos también pueden llegar a limitar la imagen que tenemos de nosotros mismos.

Muchos necesitamos sentirnos capaces, autónomos o decididos para que nuestra autoestima (autovaloración de cada uno) se mantenga ajustada y sintamos bienestar con quiénes somos. Pero a veces, los miedos nos frenan a poder experimentarlo. ¿Cómo? Nuestra autoestima se crea y se construye con las experiencias de vida que tenemos, con los pasos que damos, con las decisiones que tomamos, con nuestra disposición de salir adelante y sentirnos capaces con los retos que nos aparecen, etc. Cuando siento que algo concreto (o varias cosas) me generan miedo, una de las estrategias que más utilizamos para intentar ‘superar’ o ‘hacer frente’ al miedo es evitar. Evitamos exponernos a cualquier situación que tenga que ver con ese miedo, pero con ello, únicamente hacemos que nuestro malestar no desaparezca al enfrentarnos a ese estímulo en concreto. No nos damos la oportunidad de ver que, si nos enfrentamos a la situación temida, no suceden todas las cosas que anticipamos que pueden suceder. Y al final, todo esto afecta en la forma en la que nos valoramos y nos vemos. Si decidimos no coger un avión por miedo a que ocurra lo que anticipamos, nos limitamos, nos decimos a nosotros mismos que no somos capaces. A veces, la evitación es la estrategia que aprendemos y es el único recurso que tenemos para salir adelante, pero si sientes que para ti esto no es suficiente y necesitas trabajar más allá de eso, hay soluciones.

Siempre hay alternativas y equipos de profesionales dispuestos a ayudarte a entender este miedo y a generar herramientas para superarlo. Solo tienes que  encontrar un lugar seguro en el que poder enfrentar este miedo y conseguir que no limite todas esas cosas que son importantes para ti.

Tus pensamientos no te definen. Tus miedos tampoco.

Autor: Psicoline