Seguro que más de un lector de este artículo ha tenido el privilegio de visitar la cabina del avión. Y puede que le haya fascinado la cantidad casi infinita de palancas, mecanismos y botones que rodean al piloto y a su equipo. Claro, ante ese cuadro de mandos, ¿quién no se ha preguntado alguna vez qué formación tiene un piloto? Sí, una licencia de vuelo, pero ¿cómo se estudia? ¿Cuánto dura esa formación? ¿Hay requisitos previos o en paralelo a la propia formación como piloto? Todo esto (y un poquito más) te lo contamos a continuación.
Lo primero y esencial: obtener la licencia
CPL: Licencia de Piloto comercial (Commercial Pilot License) y ATPL Frozen: es una licencia que permite actuar como piloto al mando de un avión de un solo piloto o como copiloto de un avión multi-tripulado (más de un piloto). Al menos 650 horas teóricas y 150 o 200 horas de vuelo, dependiendo de si la formación es integrada o modular. Las exigencias teóricas son iguales que las del ATPL, pero menos horas prácticas. En este punto ya podríamos volar en línea aérea con el ATPL Frozen: teóricas completadas pendientes de las horas de vuelo con una serie de restricciones.
ATPL. Son las siglas de Airline Transport Pilot License o, lo que es lo mismo, piloto de transporte de línea aérea. Debes tener al menos 1.500 horas de vuelo, que incluyan mínimo 500 de ellas en operaciones multipiloto, 150 como PIC (Pilot In-Command), 200 de vuelo cross-country, 75 de instrumentos y 100 de vuelo nocturno.
Aunque el ATPL es la licencia para efectuar transportes aéreos, es la licencia CPL con ATPL Frozen la que te permite recibir una contraprestación por ello. Por eso, ambas licencias forman parte de la formación integral para poder trabajar como piloto de aeronaves comerciales.
¿Hay una sola forma de sacarse la ATPL?
No. Actualmente hay tres maneras:
- Mediante un grado universitario, el de Piloto de Aviación Comercial y Operaciones Aéreas. Actualmente, este grado se puede estudiar en la Universidad de Salamanca y en el CESDA. El grado dura cuatro años y cuenta con más de 50 asignaturas, que van desde Física o Meteorología hasta Instrucción de vuelo o Legislación aérea, pasando por Derecho mercantil o Geografía. Es, pues, una carrera con conocimientos de todo tipo, puesto que la persona que se pone a los mandos de una aeronave ha de estar muy preparado en infinidad de campos.
- Título modular. Este formato va habilitando a quien obtiene el título a pilotar distintos tipos de aeronaves hasta alcanzar la ATPL, pasando antes por licencias inferiores (PPL, CPL…). Es ideal para quienes prefieren ir paso a paso y compaginarlo con otros estudios o trabajos.
- Título integrado. Suele durar dos o tres años (es más rápido que el modular). Algunas escuelas ofrecen, junto al título, el grado de Gestión Aeronáutica (Aviation Management). Si bien no es necesario este grado en sí mismo, los expertos recomiendan sumar a la ATPL un grado universitario, ya que a la hora de encontrar trabajo se valora muy positivamente.
En Europa, la formación mínima que la EASA exige a un futuro piloto es de 650 horas teóricas (y, evidentemente, aprobar todas las asignaturas).
Qué ocurre cuando se obtiene la licencia de piloto
Cuando el futuro piloto obtiene su licencia (los exámenes se pasan en la Agencia Estatal de Seguridad Aérea), aún le falta formación. Lo normal es que salga de de la escuela con un ATPL limitado o frozen, que te habilita para ser primer oficial (es decir, copiloto). Una vez se han cubierto las 1.500 horas de vuelo, y cumpliendo los requisitos que hemos visto, ya se pasa oficialmente a obtener la Licencia de Piloto de Transporte de Línea Aérea.
Porque además de la licencia ATPL, para trabajar en una aerolínea se necesita una habilitación para cada tipo de avión. Por ejemplo, si la aerolínea vuela con un Airbus A320, solo se puede trabajar si se cuenta con la habilitación específica para ese modelo de aeronave. El curso de habilitación dura alrededor de un mes, y combina sesiones teóricas con simulador de vuelo. También se practican aterrizajes y despegues a bordo de un avión sin pasajeros.
Seguimos, porque además cada aerolínea da una formación adicional y examina a sus pilotos en distintas materias: curso de conversión del operador, mercancías peligrosas, CRM, comunicaciones, seguridad… y un largo etcétera.
Qué formación tiene un piloto además de la licencia
Para obtener la licencia ATPL hay que tener el Bachillerato aprobado y, por el tipo de materias que se imparten, se recomienda escoger el Científico o el Tecnológico. También hay que acreditar un nivel de inglés mínimo equivalente a un B1 o B2.
OACI y AESA, exigen acreditar el nivel de ingles con la llamada Competencia Lingüística. El nivel mínimo es el 4 (Operacional), pero también esta el 5 (Avanzado) y el 6 (Experto o Nativo).
Otros requisitos
Ya hemos visto por encima qué formación tiene un piloto comercial, pero ¿ya está, eso es todo? Ni mucho menos. Hay que acreditar una salud de hierro y obtener un certificado médico especial antes de aventurarse a lograr su sueño. El COPAC explica que este reconocimiento inicial incluye pruebas de vista y oído, un electrocardiograma, analíticas de sangre y orina… El reconocimiento, que si se pasa será el paso previo a la obtención del certificado, puede durar una jornada entera. Además, hay una serie de patologías incompatibles con esta titulación: enfermedades cardiovasculares, epilepsia, ciertos tipos de diabetes y daltonismo son líneas rojas a la hora de pilotar.
¡Ya eres piloto de una compañía aérea! Pero aquí no ha terminado. De forma regular, y como no puede ser de otra manera, se realizan cursos de refresco con pruebas tanto teóricas como prácticas para mantener los conocimientos y habilidades actualizados. Un piloto siempre tiene que estar al día.
Queda claro que la formación que tiene un piloto para serlo es muy amplia y exigente. Y por cierto, según un estudio, se prevé que en 2037 se necesitarán alrededor de 635.000 nuevos pilotos comerciales en el mundo. ¡Por si alguien se anima!