Si hay una ciudad que mezcle modernos rascacielos con edificios emblemáticos y llenos de historia, bien podría ser Washington. La Capital federal de los Estados Unidos se perfila como un buen destino para ese viaje especial que tienes en la cabeza. ¿Nos damos un paseo por Washington?
La Casa Blanca, el edificio más visitado de Washington, y del mundo
Se dice que su color se eligió para proteger su fachada de las fuertes heladas que caen en la ciudad, aunque no fue hasta 1902, durante el mandato de Theodore Roosevelt, cuando adquirió su característico nombre. Hasta entonces era el Palacio Presidencial o Casa del Presidente.
Se empezó a construir el 13 de octubre de 1792 y su estilo es neoclásico con detalles que recuerdan a la arquitectura clásica griega. Se dio por finalizada en 1800, aunque 14 años después sería víctima de un incendio que hizo que se reconstruyese casi por completo.
Sin duda, un imprescindible para visitar en Washington. Apunta la dirección: 1600 Pennsylvania Avenue NW.
National Mall, un paseo lleno de historia
Tanto para pasear y observar a las simpáticas ardillas que habitan en sus árboles, como para empaparse de historia de los Estados Unidos, el National Mall se convierte en una visita obligada en Washington.
Se trata de un parque nacional al aire libre que va desde el Monumento a Washington hasta el Capitolio. A sus lados, numerosos museos y esculturas que cada año ven el impresionante castillo de fuegos artificiales para conmemorar el 4 de julio.
Tres kilómetros de historia y naturaleza para pasear, relajarse y viajar en la historia de Estados Unidos.
El Congreso de los Estados Unidos
El Capitolio, construido en el año 1800, se relaciona con Roma tanto por su nombre como por su arquitectura neoclásica. Es la sede del Congreso de los Estados Unidos y está ubicado en el histórico barrio de Capitol Hill. Su elemento más característico es la cúpula que corona el monumento, hecha con 4.000 toneladas de hierro fundido pintado en blanco; tiene una altura de 88 metros y 29 de diámetro.
Esta no es la cúpula inicial, sino que entre los años 1855 y 1866, se cambió por esta actual para dar más majestuosidad al edificio y convertirlo así en un símbolo de poder del país. En su parte más alta, una Estatua de la Libertad de 6 metros de alto.
La biblioteca de Washington, fusión de historia y cultura
La Biblioteca del Congreso, a pocos metros del Capitolio, es una visita obligatoria en tu paso por la ciudad. No siempre se tiene la oportunidad de ver el conjunto de edificios que albergan más de 36,8 millones de libros en 470 idiomas, la colección más grande de libros raros y, por supuesto, el borrador de la Declaración de Independencia del país.
Su origen estuvo dentro del Capitolio, pero ahora está formada por el edificio Thomas Jefferson , el edificio Adams construido en 1938 y el edificio James Madison, finalizado en 1981.
Georgetown, un barrio a la orilla del río
Comenzó siendo una ciudad autónoma fundada en el año 1751 a un lado del río Potomac, pero en 1871 pasó a formar parte del Distrito de Columbia. Mantiene su carácter pintoresco y la mejor manera de conocerlo es callejeando entre sus casas o mezclándote con la gente en el paseo del río. Da nombre a la Universidad de Georgetown, que reconocerás nada más verla porque ha sido escenario de numerosas películas.
Su arquitectura recuerda a la del siglo XVIII y paseando por sus aceras adoquinadas, verás tanto casas de ladrillo, mansiones de piedra o edificios con marcado estilo vitoriano o y XIX, incluidas casas adosadas de ladrillo y mansiones de piedra georgianas. Sin duda, un oásis para disfrutar y ver pasar el tiempo en Washington
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