Cuando el miedo se apodera de nosotros, nos paraliza y sentimos que todo el foco de nuestra atención se va a lo negativo, hacia todas aquellas cosas que pueden ir mal. Así llegamos a sesgar nuestros pensamientos y, con ello, nuestra realidad. Cuando en terapia hablamos de gestionar pensamientos, hacemos referencia a la necesidad de plantear ideas alternativas al primer pensamiento negativo que nos viene; es decir, buscamos incorporar nuevas formas de pensar. Por eso queremos ayudaros a tener ideas para ser conscientes de las partes buenas de coger un avión. ¿Queréis saber cuáles son los beneficios de volar? ¡Atentos!
-
Facilita conocer el mundo en menos tiempo
Últimamente le damos muchas vueltas al ritmo de vida que llevamos en nuestra sociedad. En posts anteriores hablábamos de cómo este ritmo nos impide muchas veces poder parar y disfrutar del presente. Como medio de transporte, el avión nos permite reducir horas de trayecto y nos facilita disfrutar más de nuestro destino. Aunque sintamos que en ocasiones los vuelos puedan suponer cierto estrés por ser novedad, también nos ayudan a disponer de más tiempo en el lugar que visitamos; y no es algo baladí: si tenemos más tiempo, también tenemos más espacio para el descanso y el disfrute (y esto es algo fundamental en cualquier período vacacional).
-
Posibilita fomentar vínculos importantes
En ocasiones la distancia nos aleja de personas necesarias para nosotros. El ser humano es un ser social, y, como tal, necesitamos de nuestros seres queridos para regular nuestras emociones y experimentar bienestar. El contacto con las personas que queremos nos ayuda a generar oxitocina, uno de los neurotransmisores esenciales para reducir el estrés. ¿Qué más señales necesitas para coger un avión y estar cerca de aquellos que quieres?
-
¿Más beneficios de volar? Nos hace más creativos
Volar se relaciona con nuevas experiencias; es algo a lo que no nos enfrentamos todos los días. Pero, y esto, ¿cómo ayuda a nuestra creatividad? Cuando estamos en un aeropuerto hacemos frente a controles, a buscar la puerta de embarque, a gestionar tiempos… Todas estas situaciones, cuando las vivimos por primera vez, fomentan la creación de nuevas conexiones neuronales que, si lo traducimos a nuestro día a día, significa ser capaces de solucionar problemas de forma más ágil y creativa. Cuando volamos y nos permitimos hacer ese viaje que tanto queremos, nos damos la oportunidad de conocer nuevas formas de vivir y de abordar nuevos problemas.
-
Es una experiencia diferente
¿Has oído hablar sobre la zona de confort? Cuando hacemos referencia a este concepto siempre hablamos de la zona de confort y la zona de aprendizaje: movilizarnos y ponernos a prueba ante situaciones nuevas nos lleva a aprender y a ampliar esa zona que percibimos como segura. ¿Por qué? Cuando nos lanzamos a algo nuevo, aprendemos sobre cómo actuar en áreas nuevas para nosotros; nuestro cerebro crea nuevas conexiones (o nuevas maneras de actuar) que podremos utilizar ante otras situaciones del futuro. De ahí que nuestra zona de confort se amplíe al adquirir nuevas estrategias que pondremos en marcha en el futuro. Algo que nos permite estar más calmados ante nuevos retos, porque anticipamos lo que pasará.
-
Fomenta el autoconocimiento
No hay ninguna circunstancia que movilice más nuestro autoconocimiento que vivir experiencias novedosas. Piensa durante un momento en tu vida, en situaciones anteriores que hayas tenido en las que sientas que has conocido más partes de ti: ¿tienen que ver con momentos en los que has hecho más de lo mismo o con momentos en los que has hecho cosas diferentes? Seguro que tu respuesta tiene que ver con la segunda opción, ¿verdad?
No es de extrañar: muchas veces dudamos de nuestras capacidades y, si sentimos miedo, sobreestimamos lo que puede pasar (normalmente algo negativo). Quizá ponemos en entredicho nuestra capacidad para movernos en un aeropuerto o para gestionar el estrés que sentimos al montarnos en un avión. Cuando no nos hemos visto en la situación de solucionar este tipo de problemas, podemos anticipar que nuestra capacidad será menor de la que es; por eso, seguir enfrentándonos a algo nuevo puede ser importante para confiar y valorar nuestro potencial.
Para superar nuestros miedos también puede ser útil plantear alternativas a los pensamientos o creencias irracionales que nos movilizan hacia el miedo. ¿Cuál de estos motivos puede ser más útil para ti?
Autor: Psicoline
Imagen | andresr