Seguro que más de una vez has tenido que deletrear algún nombre, apellido o palabra difícil de transcribir y cuya correcta escritura es de vital importancia para rellenar algún formulario, cumplimentar un documento o para que tu interlocutor recoja correctamente tu dirección de correo electrónico. Pues imagina cuando estás en el aire: muchas veces, la comunicación entre el piloto y, por ejemplo, la torre de control, por ejemplo, necesita que las radiocomunicaciones sean precisas. De esa necesidad surgió el alfabeto OACI, también conocido como alfabeto radiofónico, alfabeto aeronáutico, alfabeto de la OTAN, alfabeto internacional de deletreo radiofónico… ¿Quieres saber cuál es y cómo surgió?
¿Para qué se creó el alfabeto OACI?
La utilidad parece clara: en una comunicación por radio pueden surgir interferencias que dificulten la escucha. Pero no solo eso: si deletreamos una palabra, tanto en inglés como en español e imaginamos que en la práctica totalidad de los idiomas se pueden confundir las letras. Imagina que quieres deletrear una matrícula con las letras P-T-B: es probable que la P pase por una B, la T por una D… Por tanto, se hacía necesario convertir cada letra en una palabra, de modo que no diera lugar a confusión. Igual que cuando recurres a países o provincias para deletrear un nombre.
Los números no escapan a este código. Por ejemplo, en español las cifras «sesenta» y «setenta» son muy fáciles de confundir cuando se pronuncian. En inglés, el número cero y la vocal O se pronuncian exactamente igual. De ahí la conveniencia del deletreo también en las cifras.
Pero sucedía también que estas comunicaciones, a menudo, son internacionales. Por tanto, y aunque la base del alfabeto OACI es el inglés, se necesitaban palabras fonéticamente sencillas de pronunciar para todo el mundo. Vamos a ver de dónde salió y cuál es su historia.
¿Cuándo surgió el alfabeto OACI?
El primer alfabeto fonético se adoptó por la Conferencia Radial de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, y tiene casi un siglo: data de 1927. Se usaba para la comunicación marítima por radio y, tras una serie de modificaciones, se incorporó también a la Comisión Internacional de Aeronavegación, predecesora de la OACI. La aviación civil lo estuvo usando… hasta 1939, momento en que estalló la II Guerra Mundial. Los motivos parecen obvios: si el bando aliado y el bando enemigo compartían el mismo código, unos podían interceptar fácilmente las comunicaciones de los otros y adivinar, al escuchar el nombre de una localización, por ejemplo, cuál iba a ser su próximo movimiento, con el consiguiente avance y peligro para la seguridad.
Durante ese periodo, los Aliados crearon un nuevo alfabeto para evitar que el enemigo recibiera información, y así continuó hasta el año 1956. Las continuas confusiones habían provocado una y otra vez revisiones, por lo que en aquel año se unificaron criterios que adoptaron organismos como la OTAN y la Organización Marítima Internacional. Por eso el alfabeto OACI es también el alfabeto OTAN, entre otros nombres.
Obligatoriedad del alfabeto
Su uso no es en absoluto obligatorio, pero está tan extendido que es un estándar mundial. Eso sí, la pronunciación adoptada es la que procede del inglés, por lo que algunas de sus palabras no se corresponden con cómo las diríamos en nuestro idioma. ¿Conoces el alfabeto OACI?
Así se pronuncian las letras en este alfabeto…
Con toda seguridad has escuchado alguna vez, en las películas, diálogos entre pilotos del tipo «Alfa Bravo a Charlie, cambio». Bien, esto es una muestra del alfabeto OACI. Estas son todas las letras y números y su correcta pronunciación:
- A: en el alfabeto OACI es Alfa.
- B: Bravo.
- C: Charlie, y se pronuncia «charli».
- D: Delta.
- E: Echo, y se pronuncia «eco».
- F: Foxtrot, y se pronuncia «fóxtrot».
- G: Golf.
- H: Hotel, y se pronuncia «jótel».
- I: India.
- J: Juliet, y se pronuncia «yúliet».
- K: Kilo.
- L: Lima.
- M: Mike, y se pronuncia «maic».
- N: November, y se pronuncia «novémber».
- O: Oscar, y se pronuncia como en español, «óscar».
- P: Papa, y se pronuncia «papá».
- Q: Quebec, y se pronuncia «quebéc».
- R: Romeo, y se pronuncia «rómeo».
- S: Sierra.
- T: Tango.
- U: Uniform, y se pronuncia «yúniform».
- V: Victor, y se pronuncia «víktor», como en español.
- W: Whiskey, y se pronuncia «güisqui».
- X: X-Ray, y se pronuncia «éx-rei».
- Y: Yankee, y se pronuncia «yanqui».
- Z: Zulu, y se pronuncia «zulú».
Como ves, la mayoría de estas palabras son perfectamente asimilables en castellano; de hecho, la mayoría de ellas son idénticas en nuestro idioma. Veamos ahora cómo se deletrean los números.
… y así se pronuncian los números
Aunque existen otras versiones, lo habitual es pronunciar el nombre del número en inglés, tal que así:
- 1: One, y se pronuncia «uán».
- 2: Two, y se pronuncia «tu».
- 3: Three, y se pronuncia «zri».
- 4: Four, y se pronuncia «for».
- 5: Five, y se pronuncia «faiv».
- 6: Six.
- 7: Seven.
- 8: Eight, y se pronuncia «eit».
- 9: Nine, y se pronuncia «nain».
- 0: Zero, y se pronuncia «siro».
Imágenes | guvendemir; southerlycourse