Cinco cascadas en Puerto Rico para desconectar y reconectar la mente

29/11/2022

Dicen que quien viaja a Puerto Rico vuelve con otra visión del mundo. Y no es de extrañar ya que la Isla del Encanto, como es conocido Puerto Rico, ofrece las mejores actividades para desconectar la mente. Naturaleza salvaje, playas, ocio o música ayudan a quien la visita a renovar su mente y ver la vida de otro color. Al ritmo de la bomba, hoy nos adentramos en la naturaleza puertorriqueña y visitamos El Yunque, Maricao o Río Grande. Cinco cascadas en Puerto Rico para perderte en su naturaleza.

El agua es vida y si cae con la fuerza que lo hace en algunas cascadas de Puerto Rico, es también un espectáculo que la naturaleza nos regala. Cinco cascadas para seguir descubriendo rincones de esta isla que poco a poco, conquista el corazón de quien la visita.

 

La Mina y La cascada de Juan Diego, en El Yunque

Dentro del Parque Nacional de El Yunque encontramos la cascada de La Mina. El parque presume de tener una climatología propia, al ser el único bosque lluvioso tropical en el sistema nacional de los bosques de Estados Unidos, y es una de las visitas imprescindibles al viajar al país. En El Yunque encontrarás naturaleza y rutas de senderismo para disfrutarla. Una de estas rutas te llevará a la cascada de La Mina, una caída de agua corta pero caudalosa que si la pillas en época de lluvias, la verás caer con toda su fuerza. A sus pies, una poza donde bañarse y relajarse. Poco más se puede pedir.

Con una altitud de 328m, encontramos la cascada de Juan Diego en Río Grande, dentro también del Parque Nacional de El Yunque. Siguiendo la carretera 191, encontrarás una vereda por el kilómetro 9 que te llevará hasta ella. Es un camino con algo de dificultad, pero como llevarás el traje de baño, al llegar agradecerás haber hecho el esfuerzo.

Seguimos de ruta por las cascadas de Puerto Rico

Más accesible es la cascada Las Delicias, en Ciales. Está situada en el centro de la isla y aunque es accesible como decimos, no quita que al llegar a ella te sientas en medio de la nada. Naturaleza pura a menos de dos horas de San Juan y dentro del Bosque de Tres Picachos. Se dice que el agua de aquí es la más pura y de mayor calidad de todo Puerto Rico.

Entre los términos de Ciales, Orocovis y Villalba encontramos otra cascada digna de visitar: El Chorro de Doña Juana. Lo primero que verás es que no hay zona de aparcamiento, por lo que los visitantes suelen dejar los coches orillados en la propia carretera, así que precaución. Tiene una zona habilitada para pasar el día en familia y aunque no es una zona de baño, sí verás a los más atrevidos lanzarse desde alguna roca.

Y para terminar…

En Maricao encontramos el salto Curet. Una cascada de agua fría y cristalina que tiene una primera caída, conocida como La Caldera, pero mucho menos accesible que la principal. A la principal podrás llegar después de un camino de unos 20 minutos –recuerda llevar calzado cómodo- aunque si lo haces en 4×4, acortarás el tiempo.  Tiene una pequeña zona de baño, muy recomendable para niños, donde podrás refrescarte.

Ya lo decíamos, el agua es vida y Puerto Rico lo sabe bien ¿Te vienes ?