Autocompasión a bordo

20/12/2022

Una de las estrategias más útiles para llevar mejor el miedo a volar es practicar la autocompasión. Sin embargo, no es algo de lo que se hable mucho y, por lo tanto, es difícil conectar con lo útil que puede ser esta herramienta a la hora de subirnos al avión.

Pero antes de nada, ¿Qué es la autocompasión?

La autocompasión es una manera más amable y menos crítica de mirarse y tratarse a uno mismo. La principal dificultad que tenemos para reducir el juicio interno hacia nosotros se basa en creencias tan simples como ”hay que estar siempre mejorando” y el miedo a la fragilidad, que asociamos directamente con el fracaso.

Puede que te preguntes, ¿Cómo puede ayudarme con mi miedo a volar ser más autocompasivo?

Verás, cuando vas a subir a un avión y experimentas emociones perturbadoras, como ansiedad o miedo, tu sistema nervioso activa las alarmas y entras en lo que vamos a llamar “modo reactivo».

El modo reactivo hace referencia a cuando estás en una situación tan peligrosa que solo puedes reaccionar, no eres libre para actuar desde la neutralidad, simplemente reaccionas.

Introducir la compasión aquí abre un espacio nuevo en el que surgen más opciones.

Lo verás más claro con un ejemplo. Cuando tienes miedo a que algo malo ocurra durante el vuelo, tu mente se inunda de pensamientos catastrofistas y luego da paso a pensamientos circulares como “Por qué me habré metido en este avión “Tenía que haberlo visto venir”. Con este nivel de activación, tu ansiedad se dispara.

 

En cambio, si paramos un segundo, respiramos hondo y nos preguntamos: ¿Qué estoy sintiendo ahora mismo?

 -Siento preocupación y miedo.-

-Lo entiendo, tengo todo el derecho a sentir esto, se que los aviones me dan mucho miedo y no importa si es lógico o no, puedo acompañarme con cariño en lugar de intentar que no se me note o criticarme por ello-

De pronto, la activación empieza a disminuir. Dejamos de luchar contra lo que creemos que deberíamos ser o sentir y aceptamos lo que viene con compasión.

Puede que esto me cueste porque es nuevo para mi y es normal que, a veces, no sepa cómo parar mi cabeza cuando subo a un avión, por eso estoy aquí, para abrazarme y acompañarme en cada paso, con miedo y sin él-.

¿Notas cómo tu cuerpo se calma con solo leerlo?

La autocompasión es una manera de ver la vida y a uno mismo infinitamente más amable y amorosa. Y esto marca la diferencia, especialmente cuando sufrimos por una fobia como la fobia a volar.

Puede que la autocompasión no haga que pierdas ese miedo, tampoco es su fin, para eso está la terapia. Pero sí puede marcar un antes y un después en la manera de transitar ese miedo. Y hacer que la experiencia de volar no tenga que ser algo tan desagradable y duro para ti.

 

Aquí tienes algunos ejemplos para ser más compasivo contigo mismo la próxima vez que tengas que coger un avión.

En lugar de decirte… “Es estúpido que esto me de tanto miedo”

Puedes probar con… “Todo el mundo tiene miedo a algo, por qué no iba yo a poder tenerle miedo a volar”

En lugar de decirte… “Tengo que calmarme ya”

Puedes probar con… “Puedo darme el tiempo que necesite para calmarme, esto no es fácil para mí”

En lugar de decirte… “Ha sido un error decidir viajar tan lejos”

Puedes probar con… “Es una suerte que, a pesar de ser algo que me incomoda, me doy la oportunidad de explorar y disfrutar conociendo mundo”

 

¡Feliz Vuelo!

 

David Lanzas
Psicólogo sanitario especializado en ansiedad y trauma
Fundador de Instituto Lanzas | @Psicolanzas

 

Imagen | anyaberkut