Cuando un director de cine va a rodar una película, antes se asegura de que todo esté en perfecto estado: actores en sus puestos, diálogos aprendidos, plazo de finalización previsto… Cualquier detalle, en definitiva, que asegure que el proyecto va a llegar a buen puerto. Pues bien, un plan de vuelo viene a ser esto: la planificación pormenorizada de cada variable que pueda influir en que dicho vuelo sea impecable. ¿Qué debe (y suele) incluir un buen plan de vuelo? Vamos a verlo.
¿Por qué se elabora el plan de vuelo?
Tanto la OACI como AENA especifican que hay que presentar un plan de vuelo en las distintas circunstancias que cada organización detalla. Pero en esencia, presentarlo es condición indispensable en la inmensa mayoría de los vuelos. Y lo es no solo porque forma parte de los protocolos de aviación nacional e internacional, sino por motivos prácticos. La tripulación, al ir anotando cada aspecto técnico, está supervisando cualquier detalle del vuelo, con lo que este aumenta notablemente su seguridad. Por otra parte, es una magnífica herramienta para gestionar el tráfico aéreo.
Las principales partes del plan de vuelo
Selección de los segmentos de vuelo
El piloto, antes de seleccionar la ruta que va a surcar con la aeronave, necesita conocer la zona: por ejemplo, si existe un río caudaloso, alguna cordillera o si se sobrevolará una gran ciudad. Todo esto lo hará sobre un mapa físico, y sin seleccionar aún el segmento, irá buscando todas aquellas referencias visuales que lo ayuden en su primer punto del plan de vuelo.
Después llega el trazado de la ruta. Para ello, tendrá en cuenta desde el tipo de espacio aéreo, la orografía (valles, montañas, ríos…), la meteorología prevista para el tiempo de vuelo, etcétera. Es decir, elaborará el recorrido teniendo en cuenta las diversas restricciones que pueden surgir con estas variables. También en este punto debe decidirse a qué altitud se volará, los límites de altitud en el aterrizaje y despegue (las designan los propios aeropuertos)… Es, por así decirlo, un guion técnico que servirá al piloto para conocer las características concretas de ese vuelo en ese día.
Aeropuertos alternativos
Una vez tiene la foto general del vuelo en condiciones óptimas, el piloto incorpora en su plan de vuelo los aeropuertos alternativos a los que puede dirigirse en caso de que surja algún inconveniente durante el trayecto. Dichos aeropuertos alternativos deben estar tanto en el origen como a lo largo del trayecto y en el destino del vuelo.
Evidentemente, cada aeropuerto alternativo se escoge siguiendo distintas variables, como la distancia a la que están desde la ruta original y sus características (nombre el aeródromo, circuito visual, altitud, procedimientos especiales que estén publicados, etcétera). Todo ello se consigna adecuadamente.
Elaboración del guion de vuelo
En todo plan de vuelo no puede faltar el guion de vuelo. Este es un documento que se va elaborando al repasar la ruta que se va a seguir.
Dentro del guion de vuelo de van detallando todas aquellas referencias visuales que le servirán al piloto para guiarse en el aire. Por supuesto, no se pretende que se aprenda de memoria cada una de esas referencias, sino que las sepa identificar después, algo que ocurre gracias a este método de revisión.
Cada apartado del guion de vuelo lleva un encabezado con los detalles principales y, debajo, una breve narración codificada que ofrece las referencias visuales.
Combustible, carga y centrado
Llegados a este punto, toca calcular el combustible, otro de los datos que se codificarán en el plan de vuelo. Por supuesto, este no se calcula solamente contando los kilómetros que van a recorrerse, sino también múltiples factores como las fases de ascenso y descenso, los posibles desplazamientos a aeropuertos alternativos, etcétera. Todo esto se elabora con una serie de fórmulas más o menos estandarizadas.
La carga y el centrado del avión son datos fundamentales, entre otras cosas, para saber cuánto combustible adicional se puede llevar, es decir, el piloto debe averiguar cuántos kilos de carga lleva la aeronave y si el centro de gravedad se encuentra dentro de los estándares establecidos.
Meteorología
Ya hemos visto que el clima es otro de los factores más importantes a la hora de elaborar un plan de vuelo. Y es que la meteorología no solo se observa en fase de planificación, sino también justo antes de volar.
Lo que el piloto consigna son fenómenos meteorológicos que puedan afectar a los tiempos estimados, como fuertes lluvias o vientos, y el clima tanto en el aeropuerto de origen como en el de destino. Estos datos son imprescindibles, ya que incluso pueden retrasar o cancelar un vuelo.
Características de los aeropuertos
El piloto necesita saber cuáles son los procedimientos en los aeródromos de origen y destino para su plan de vuelo, así como los detalles. Desde el nombre del aeropuerto hasta la orientación de las pistas, la longitud de estas, datos de torre, de frecuencias de aproximación y un largo etcétera, con el objetivo de familiarizarse con cada uno.
Otros datos del plan de vuelo
Conocer las frecuencias de radio más relevantes, tanto en crucero como en los aeródromos, la planificación de rendimiento del viaje (presiones, altitudes, etcétera) o una nueva revisión climatológica previa al despegue son datos que igualmente aparecerán reflejados en un plan de vuelo. Obviamente, todo esto se hace hoy en día con un potentísimo sistema de software, pero hubo un tiempo en el que la informática no existía y el cálculo de cada uno de estos numerosísimos datos debían ejecutarse a mano. ¡Aunque cueste creerlo!