¿Qué son las operaciones de descenso continuo y cuáles son sus ventajas?

11/06/2024

Una de las maniobras rutinarias de un avión en vuelo es la de aterrizaje. Pues bien, también aterrizando se puede ser más eficiente y sostenible. Veamos qué son las maniobras u operaciones de descenso continuo, qué ventajas presentan y por qué cada vez se están implementando con más frecuencia en los distintos aeropuertos.

¿Qué son las operaciones de descenso continuo?

Las CDO (continuous descent operations) o CDA (continuous descent approach), es decir, las operaciones de descenso continuo, son un tipo de maniobra de aterrizaje, apoyada en el diseño del espacio aéreo y facilitada por control del tráfico aéreo, que permite un perfil de vuelo optimizado a la capacidad de la aeronave en cuestión y que comporta determinados beneficios en el tránsito del aeropuerto.

Dicha maniobra implica regímenes de bajo empuje del motor y, siempre que sea posible, también una baja configuración de resistencia al avance. Por decirlo de una manera simple, se adopta un perfil de descenso con un ángulo estándar y se inicia una trayectoria descendente continua, como si la aeronave se deslizara por un tobogán. Frente a este tipo de descenso está el descenso convencional, en el que el avión va acercándose a la pista como si lo hiciera trazando el perfil de una escalera (desciende en ángulo un tramo, avanza otro en horizontal y así hasta tomar tierra).

El ángulo de la trayectoria de descenso variará según el tipo de avión, pero también el peso, la temperatura, la presión atmosférica y numerosos factores variables. Normalmente, esta maniobra se puede predefinir con o sin ayuda del sistema de gestión de vuelo.

¿Con qué objetivos se autorizan las operaciones de descenso continuo?

Tal como explica la OACI, con este tipo de operaciones se busca:

  • Lograr una mayor seguridad operacional dentro del aeropuerto.
  • Aumentar la capacidad de dichos espacios.
  • Incrementar la eficiencia de las aeronaves.
  • Ser responsable con el medio ambiente.

Algunas ventajas de las CDO

  • Incrementa la seguridad de las operaciones.
  • Mejora la eficiencia del espacio aéreo.
  • Aumenta la previsibilidad del vuelo (lo que redunda también en la seguridad del mismo).
  • Un menor consumo de combustible y, en consecuencia, un menor cantidad de emisiones.
  • Reducción de la carga de trabajo para piloto y controlador.
  • Menor afectación acústica en las poblaciones cercanas a los aeródromos.

Tipos de operaciones de descenso continuo

La OACI indica dos: trayectoria cerrada y abierta.

  • En la trayectoria cerrada, la derrota lateral de vuelo está predefinida justo hasta el tramo final de aproximación.
  • En la trayectoria abierta, el procedimiento termina antes de dicho tramo final de aproximación.

Mientras que la trayectoria abierta permite una mayor flexibilidad del vuelo, la cerrada mejora predictibilidad del vuelo y, sin duda, la eficiencia. Con respecto a esta última, el ahorro de combustible es notable, y también el de afectación acústica (en más de un 40%). También es más eficiente en el resto de factores, como la carga de trabajo y la reducción de comunicaciones entre la tripulación y la torre de control.

¿Son siempre posibles?

No, aunque es cierto que su uso va aumentando. La mencionada OACI recomienda una implantación paso a paso, y que dicha implantación incluya una evaluación previa de la seguridad operacional. De hecho, por diversas consideraciones, existen aeropuertos que tienen restringidas este tipo de maniobras. Sencillamente, no son viables o no son eficientes allí.

Por otra parte, hay aeropuertos que permiten un mayor porcentaje de operaciones de descenso continuo. La idea es que estas sean sostenibles, y eso implica mayor fluidez operacional dentro del aeródromo. Por ello, las CDO deben tener en cuenta tanto el índice de llegadas como las naves que salen y las que aterrizan sin hacer CDO, así como aquellas que sobrevuelan dicho espacio.

España, a la cabeza en Europa en este tipo de maniobras

ENAIRE, la entidad que gestiona la navegación aérea en España, ya incluyó hace años las operaciones de descenso continuo y en su Plan Estratégico 2025, dentro de su Estrategia de Sostenibilidad Ambiental, establece este tipo de maniobras. Especialmente en los tramos nocturnos, ya que de este modo la afectación acústica es menor que con los aterrizajes tradicionales.

Datos ofrecidos por la mencionada entidad apuntan a que España es el país que lidera este tipo de maniobras: su porcentaje es muy superior a la media europea. En el primer semestre de 2022, los controladores autorizaron una media del 36% de las operaciones, frente al 15% que ofrece de media el continente.

Yendo por aeropuertos, el que cuenta con mayor porcentaje de los grandes aeródromos de Europa es el de Málaga-Costa del Sol, donde las operaciones en descenso continuo que se autorizan rondaba el 50% (47%, para ser exactos) en las fechas indicadas (enero-junio de 2022). El segundo fue el de Gran Canaria, con un 43%. Les siguen los de Palma, El Prat y Barajas, con un 38, 36 y 28% de CDO autorizadas. Estos cinco aeropuertos españoles están entre los ocho primeros de Europa.

 

Imagen | Mateusz Atroszko

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