El miedo a volar a través de los sentidos: cómo convertir los estímulos sensoriales en aliados contra la ansiedad

17/01/2025

El miedo a volar es una experiencia compleja que involucra no solo factores psicológicos, sino también la interacción directa con nuestros sentidos. Los sonidos, las vibraciones, las vistas, los olores y el tacto a menudo son percibidos como desencadenantes del miedo, ya que nuestro cerebro asocia estos estímulos con posibles peligros, aunque la seguridad aérea es altísima. Sin embargo, la clave para superar esta ansiedad está en reprogramar nuestra respuesta sensorial, utilizando estos mismos estímulos para calmar la mente y generar una experiencia de vuelo más relajada.

Los cinco sentidos y su papel en la ansiedad a volar

Cada uno de nuestros sentidos tiene el poder de influir en cómo experimentamos un vuelo. Estos estímulos, si no se gestionan adecuadamente, pueden desencadenar una respuesta de ansiedad. A continuación, exploramos cómo cada uno de estos elementos puede influir en nuestro miedo y cómo podemos reprogramarlos para ayudarnos a relajarnos.

1. El sonido de los motores. El zumbido constante de los motores de un avión puede resultar desconcertante, especialmente para quienes sienten ansiedad al volar. Este sonido, a menudo asociado con la velocidad y la altitud, puede hacer que nuestro cerebro lo interprete como un signo de peligro. Sin embargo, el sonido de los motores también puede ser un indicio de que el vuelo está funcionando correctamente, ya que las aeronaves modernas están diseñadas para operar de manera eficiente y segura.

Técnica para reprogramar: En lugar de enfocarse en el sonido como una amenaza, trata de verlo como un «sonido tranquilizador», un recordatorio de que el avión está volando de manera estable. Escuchar música suave o sonidos relajantes a través de unos auriculares también puede ayudar a desviar tu atención y reducir la ansiedad.

 

2.Las vibraciones del avión. Es común sentir vibraciones, sobre todo durante el despegue, el aterrizaje o cuando el avión atraviesa turbulencias. Estas vibraciones pueden ser interpretadas por el cerebro como señales de inestabilidad, lo que aumenta la sensación de miedo.

Técnica para reprogramar: Replantea estas vibraciones como una parte natural del vuelo. Las vibraciones son completamente normales y son un reflejo de la tecnología avanzada que permite al avión mantenerse en el aire. Puedes intentar relajarte y respirar profundamente cuando te sientas, recordando que estas vibraciones no afectan la seguridad del vuelo.

 

3.Las vistas desde la ventana. Mirar por la ventana puede ser una experiencia tanto calmante como perturbadora. Para quienes tienen miedo a volar, la vista de las nubes o la distancia desde el suelo puede generar ansiedad. Sin embargo, para otras personas, las vistas son un recordatorio de la belleza del viaje, el horizonte lejano y la sensación de estar «en movimiento».

Técnica para reprogramar: Si las vistas te resultan estresantes, puedes intentar desviar tu atención hacia otros aspectos del vuelo, como leer un libro o escuchar música. Si, por el contrario, disfrutas del paisaje, permítete saborear el momento, disfrutando de la sensación de estar en un lugar único, en pleno vuelo. Observa cómo el cielo cambia y disfruta del viaje desde una perspectiva más tranquila.

 

4.El tacto de los cinturones de seguridad. El ajuste del cinturón de seguridad puede resultar incómodo, pero también puede ser una fuente de ansiedad, ya que a menudo está asociado con la sensación de estar «atado» o «contenido». Para aquellos que tienen miedo a volar, la sensación física de estar sujeto en un espacio cerrado puede disparar una sensación de claustrofobia o pánico.

Técnica para reprogramar: Aprovecha la sensación del cinturón como una herramienta de seguridad, un recordatorio de que estás bien sujeto y protegido. Practica técnicas de respiración profunda mientras te ajustas el cinturón, y visualiza cómo cada respiración tranquila te ayuda a sentirte más relajado y seguro.

 

5.Los olores del avión. Los olores en el avión pueden ser una mezcla de diferentes aromas: la fragancia del aire acondicionado, el olor a comida o incluso el olor característico del espacio cerrado. Para algunas personas, estos olores pueden resultar desagradables o pueden asociarse con la incomodidad de estar en un lugar cerrado durante varias horas.

Técnica para reprogramar: Si el olor te genera incomodidad, puedes llevar contigo un aceite esencial o un ambientador de tu preferencia para crear un ambiente más relajante. Inhalar aromas agradables puede ayudar a reducir la tensión. Además, recuerda que el aire dentro del avión es constantemente filtrado, lo que garantiza una buena calidad del aire.

 

Transformando los sentidos en aliados de la calma

Reprogramar la reacción sensorial ante los estímulos del vuelo puede ser la clave para superar la ansiedad. En lugar de ver los sonidos, las vibraciones, las vistas, el tacto y los olores como señales de alerta, podemos aprender a verlos como elementos naturales del vuelo que están bajo control y son completamente seguros. Con la práctica de técnicas de relajación y respiración, y al ajustar nuestra percepción de estos estímulos, podemos convertirlos en herramientas para calmar la mente y reducir la ansiedad.

 

Imagen | anyaberkut

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