Aunque admite que gradualmente se ha acostumbrado a volar, basta atravesar una pequeña zona de turbulencia para que Jennifer Aniston se ajuste el cinturón. La actriz californiana ha confesado que su temor se debe a que hace algunos años estuvo en medio de una tormenta en la que pensó que perdería la vida.
«Nos quedamos atrapados en una tormenta eléctrica y el vuelo de Toronto a Nueva York tomó dos horas, lo cual es el doble del tiempo requerido«, explicó la actriz a una revista americana. «Cada vez que volábamos sobre un campo abierto yo tenía la esperanza de que el piloto decidiera aterrizar de emergencia, pero no lo hizo. Desde entonces, también me dan miedo los despegues… he leído sobre la aerodinámica y las turbinas, pero aún así me pongo nerviosa«.
Jennifer, esperamos que tu castellano sea bueno para leer los consejos de nuestra sección ;-).
Foto | Susanne Davidson
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