08Quizá hayas llegado a este artículo porque te cueste pensar en cómo cuidarte cuando te montas en un avión, sobre todo si volar te genera ansiedad o sufres aerofobia. A veces ocurre y nos sentimos un poco perdidos. Por eso, hoy queremos ayudarte con algunas ideas de autocuidado durante el vuelo que pueden ser útiles y que te permitirán tener un viaje agradable.
¿Qué es el autocuidado y por qué es importante?
Al hablar de autocuidado nos referimos a la capacidad de cuidarnos a nosotros mismos, a pensar en lo que más puede ayudarnos y a escuchar a nuestras propias necesidades. ¿Por qué puede ser importante a la hora de volar? Porque hay muchas personas que experimentan emociones o sensaciones complicadas cuando se montan en un avión o cuando planifican un viaje, y tener miedo a volar hace que prestemos atención al miedo y, en cierta medida, nos olvidemos de nosotros mismos.
En otras ocasiones también hemos hablado de la necesidad de escucharnos y atendernos en todo el proceso de emprender un viaje. Hay muchas cosas que podemos necesitar gestionar.
Así que, ¿cómo puedo practicar el autocuidado durante el vuelo?
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Escúchate
Nuestro cuerpo es sabio. Darnos espacio y permiso para poder escucharlo nos ayuda a darnos cuenta de nuestras necesidades: no hay mejor forma de cuidarnos que respondiéndolas. Por eso te lanzamos esta pregunta: ¿qué puedes necesitar de ti mismo o de tus acompañantes cuando vuelas? Si estás somatizando una emoción complicada pregúntate: ¿cómo puedo trabajarla o cómo necesito que me ayuden?
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Trabaja tu diálogo interno
Si sufrimos de aerofobia es posible que nuestro diálogo interno (cómo nos hablamos) se vea un poco alterado el mismo día del vuelo y, según qué casos, también los días previos. Quizá aparezcan mensajes que nos intenten convencer de que algo malo va a ocurrir o de que volar no es la mejor opción. Te proponemos que mires, escuches y cuestiones esa vocecilla interna; tal vez puedas darle espacio con preguntas como: “¿Qué me dice?” “¿Cómo de objetivo es lo que me dice?” para que compruebes que sus mensajes no son reales y, al mismo tiempo, entender que solo intentan protegernos.
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Trata de gestionar tus emociones
Experimentar miedo al montarse en un avión no es anormal. En artículos anteriores hemos hablado de cómo adquirimos este miedo y de todos los factores que nos llevan a experimentarlo. Puedes leer el artículo Gestiona tus emociones cuando hagas un viaje en avión y ver qué pasos pueden ayudarte a procesarlas cada vez que aparezcan en el vuelo.
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Practica ejercicios de relajación
Ante el miedo, nuestro cuerpo puede activarse y mostrarse agitado; por este motivo, los ejercicios de relajación, como la respiración o la relajación muscular, nos ayudan a reducir los síntomas de ansiedad. Intenta dedicar unos minutos al día para ponerlos en práctica e integrarlos como herramientas para utilizar en situaciones donde sientas que tu cuerpo se activa.
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Lleva contigo cosas que te ayuden y relajen
A veces es la música; otras, un buen libro. Cada uno tenemos diferentes hobbies que nos ayudan a desconectar del exterior y conectar con nuestro mundo interno: piensa en aquellas cosas con las que disfrutas y llévalas contigo para hacer tu vuelo más ameno.
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Ante viajes largos, camina
Sabemos que los viajes largos pueden ser difíciles de gestionar y que pueden tener consecuencias físicas. Por eso, cada cierto tiempo aprovecha para andar, aunque sea yendo al servicio. Es una forma de proteger y cuidar tu cuerpo; otra idea de autocuidado durante el vuelo.
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La tripulación puede ayudarte
Están preparados para atendernos y están ahí para colaborar. También se encuentran familiarizados con el vuelo, por lo que si sientes que pueden ayudarte en algún momento complicado para ti o ante cualquier duda que tengas, puedes contar con ellos.
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Practica mindfulness
Se trata de vivir de forma consciente. Hablamos de mantener nuestra atención plena focalizando nuestros sentidos hacia algo específico. Es una forma de liberarnos de nuestros pensamientos y permanecer en el presente. Puedes ponerlo en práctica con cosas tan sencillas como atender a la música que suena en el avión, centrarte en la textura de algún objeto o disfrutar del sabor de alguna bebida o comida. Se trata de poner toda la atención en aquello que hacemos con nuestros sentidos, y te recomendamos que lo puedas practicar en tu día a día para familiarizarte con ello.
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Escribir como forma de soltar y recordar
La escritura nos ayuda a dar forma a ideas, pero también a sentimientos. Puedes aprovechar el vuelo para escribir sobre todo aquello que has disfrutado en el viaje y para pensar en otros lugares que te gustaría visitar. Si lo piensas, es una buena forma de conectar contigo y de dejar por escrito recuerdos de viajes para leerlos en el futuro.
Estas son algunas de las ideas de autocuidado durante el vuelo que pueden serte útiles. Cada persona es un mundo, y si sientes que algunas de estas ideas no encajan contigo, te proponemos que puedas seguir buscando tus estrategias.
Escucharnos y responder a lo que necesitemos es la mejor manera de cuidarnos.
Autor: Psicoline