En psicología, las emociones se definen como un estado temporal, complejo y multifactorial que se personifica en cambios físicos y psicológicos que, a su vez, influyen de manera importante en el pensamiento y en la conducta. Las emociones resultan fundamentales en el desarrollo personal, por eso es importante durante este desarrollo su identificación y conocimiento. Existen diversas teorías sobre las emociones y cuáles son, por eso tomamos de referencia la teoría de la Rueda de las emociones de Robert Plutchik y la utilizamos como herramienta para identificarlas.
Las emociones son un gran condicionante en nuestro día a día: nuestro estado emocional puede condicionarnos a la hora de afrontar las diversas situaciones que surgen en nuestra vida, como lo es el hecho de coger un avión. En este artículo vamos a vincular las emociones con las fobias y vamos a analizar también cómo la gestión correcta de las emociones nos puede permitir tener un mayor control para enfrentar las fobias; y en este caso, de forma más particular, la aerofobia.
Identificación de las emociones
Las emociones siguen siendo una gran incógnita para muchos. Poder expresar nuestras emociones o sensaciones a los demás sin sentirnos vulnerables es una gran batalla en el día a día de las personas. El primer paso antes de expresar cómo nos sentimos radica en saber identificar cuáles son las emociones que estamos sintiendo o viviendo en ese momento.
Para identificarlas hemos elegido como herramienta la teoría de la rueda de las emociones. Con ella podemos reconocer las emociones básicas, las primordiales para nuestra supervivencia, y así poder dedicarnos a emociones más complejas.
Esta teoría está formada por ocho emociones básicas que rara vez se presentan solas y que se expresan en diferentes grados de intensidad:
- La alegría: es una emoción positiva. Las personas la expresan como un estado de bienestar y satisfacción con ellas mismas y con el entorno. No tiene por qué aparecer sola; puede ir acompañada de otras emociones básicas.
- El miedo: es una emoción con una connotación negativa. Se considera una reacción universal e instintiva; la concebimos como una reacción que aparece ante amenazas.
- La confianza: es la creencia de que podemos actuar sin preocupaciones ni factores de riesgo. Cuando la vivimos de forma intensa, aparece la exaltación.
- La tristeza: es una emoción con una connotación negativa. Suele estar vinculada a la pérdida y permite obtener apoyo social de nuestro entorno.
- La ira: esta emoción surge de la confrontación, principalmente con otra persona.
- La sorpresa: se la considera una emoción neutra. Es una reacción a un estímulo inesperado de nuestro entorno.
- La aversión: es el sentimiento de rechazo hacia una persona o cosa.
- La anticipación: es una emoción básica ligada a la búsqueda de recursos o alternativas de forma previa mediante la generación de expectativas. Permite la preparación.
Emociones que aparecen antes la aerofobia
Cuando las personas nos exponemos a una fobia, se nos pasan muchos pensamientos, presentes y futuros por la cabeza. Estos pensamientos los vivimos en diferentes grados de intensidad. Cuando perdemos el control de la situación a la que nos exponemos es cuando se considera fobia.
Cuando padecemos aerofobia es importante identificar cuáles son las emociones que sufrimos a bordo. Cada persona puede sentir diferentes emociones, pero las más comunes frente a la aerofobia son el miedo, la ansiedad, la frustración, el enojo y la incertidumbre. Como vemos en este listado, aparecen tanto emociones básicas como emociones complejas.
Estas emociones tienen una connotación negativa, ya que nos pueden llevar a somatizar, es decir, tener síntomas físicos. Por ejemplo, cuando las personas tienen miedo, pueden llegar a paralizarse o bloquearse, lo que dispararía su nivel de ansiedad.
Gestión de las emociones a bordo
Aprender a gestionar las emociones es importante para que no se conviertan en desadaptativas. Las emociones son básicas y nos mueven a adaptarnos a nuestro entorno. Si estas emociones no se gestionan adecuadamente, podrían derivar en trastornos emocionales.
Nuestro primer impulso es querer eliminar las emociones negativas y solo quedarnos con las positivas, pero estas son útiles y necesarias y forman parte de nuestra experiencia vital. Lo mejor que podemos hacer es aceptarlas.
El problema surge cuando se vuelven muy intensas y se alargan mucho en el tiempo, creándonos un malestar generalizado. Aunque no podemos cambiar la emoción en sí, debemos cambiar nuestra reacción frente a ella y aceptarla como parte de nuestra supervivencia.
Si tienes miedo a volar, ¿sabrías identificar las emociones a bordo que se despiertan en ti? Es un primer paso muy importante para aprender a trascenderlas.
Autor | Psicoline
Imagen | skynesher