Mucho más que una cinta y una hebilla: historia del cinturón de seguridad

29/01/2024

En otros artículos hemos hablado en abundancia de las numerosas medidas de seguridad de los aviones; entre ellas se encuentra una que nos resulta especialmente familiar: el cinturón de seguridad. Pero, ¿cuándo se implementó, cómo es, para qué sirve exactamente? Repasemos la historia y los motivos por los que debemos usarlo cuando emprendemos un vuelo.

Un poco de historia: ¿existió siempre el cinturón de seguridad en los aviones?

La respuesta corta y sencilla es que sí… o al menos, prácticamente desde el principio. Benjamin Foulois, un mando militar de los Estados Unidos que aprendió a volar en los primeros aviones comprados a los hermanos Wright (considerados los pioneros de la aviación), tuvo la idea en 1911.

Foulois contó cómo, después de sus primeros vuelos, decidió incorporar este elemento de seguridad en aquellos rudimentarios aviones de hace más de 110 años. «Le dije: ‘Fred [oficial de artillería], quería conseguir un cinturón para mantenerme en ese avión. Él dijo: ‘¿Qué quieres?’. Y yo dije: ‘Una correa de aproximadamente cuatro pies [unos 30 cm] de largo, algo con lo que pueda atarme al asiento’. Ese fue el primer cinturón de seguridad inventado».

En realidad fue el primer cinturón de seguridad, sí, pero para los aviones. Los coches de caballos ya habían incorporado, unos años atrás, este ingenio para evitar inconvenientes en los baches de los caminos. Y, aunque la existencia de los cinturones de seguridad nació casi a la vez que los aviones, su uso se impuso en la aviación comercial en las décadas de los años 30 y 40.

Evidentemente, el cinturón de seguridad se fue perfeccionando y, como suele ocurrir a menudo, se llevó de los aviones a los automóviles. Eso sí, tardó casi 40 años. Preston Tucker usó la misma tecnología de los sistemas de seguridad de los aviones de combate de la Segunda Guerra Mundial para incorporarla a su Tucker Torpedo ya en 1948.

Usos

¿Sirven para lo mismo los cinturones de los automóviles y de los aviones? Sí y no. Evidentemente, el cinturón de seguridad lleva en el nombre su razón de ser: la de proteger la integridad del usuario. Pero en los automóviles era literalmente una cuestión vital. Sigue siendo objeto de numerosas campañas de concienciación, ya que durante décadas resultaba un elemento incómodo, de uso no obligatorio y no implementado en todos los asientos, a pesar de ser un verdadero salvavidas.

En el caso de los aviones, empecemos por lo esencial: hay que llevarlo puesto. A poder ser, durante todo el trayecto. De hecho, la tripulación no se lo desabrocha en ningún momento. Pero, a diferencia de los automóviles, los cinturones de seguridad en las aeronaves se utilizan para evitar movimientos bruscos en determinados momentos del vuelo.

Seguro que nos hemos fijado, al tomar un avión, en los protocolos de uso. Siempre nos pedirán que lo llevemos puesto en tres momentos: despegue, aterrizaje y, en el caso de que se den, turbulencias, y se advierte de la obligatoriedad de abrocharlo a través de una señal sonora y otra lumínica.

Lo que dice el reglamento

Puede que haya a quien el cinturón de seguridad le pueda resultar algo incómodo; sin embargo, su uso es obligatorio. Veamos qué dice el reglamento al respecto:

  • El operador (es decir, la compañía) debe asegurarse de que no hay una sola persona a bordo que no cuente con su cinturón de seguridad, y de que este se encuentre en perfecto estado.
  • Es obligatorio recibir una demostración de cómo se utilizan los cinturones de seguridad cuando el avión aún se encuentra en tierra. Asimismo, debe recordarse su uso en los momentos antes mencionados (antes y después del despegue, antes y después del aterrizaje y en caso de turbulencias).
  • La tripulación debe asegurarse de que todos los pasajeros están en sus respectivos asientos y con el cinturón de seguridad puesto en los momentos mencionados, siempre en aras de la seguridad.
  • Del mismo modo, la tripulación de la cabina de pasajeros se asegurará con sus respectivos cinturones de seguridad en despegue, aterrizaje y cada vez que sea necesario.
  • En muy contadas excepciones se permitirá la ocupación de un solo asiento (y un solo cinturón de seguridad): en asientos concretos y solo en el caso de que viajen en él un adulto y un bebé. Por supuesto, ambos deben ir convenientemente asegurados.

Para todos los tamaños

Como ya sabrá cualquier persona que haya viajado a bordo de un avión, el cinturón de seguridad tiene dos puntos de anclaje y es regulable. El estándar de longitud está entre los 78 y los 125 centímetros de longitud (esto es, entre 2,5 y 4 pies). Sin embargo, hay casos especiales: para personas que necesiten más centímetros hay extensores que alargan los cinturones hasta 63 centímetros más y que deben pedirse a la tripulación de a bordo.

Los niños pequeños también tienen a su disposición cinturones especiales, que deben solicitar en el momento del embarque.

Imagen: urbazon