El proceso de viajar en avión puede ser emocionante, pero también puede ser estresante, especialmente durante las horas de espera en el aeropuerto y el bullicio del embarque. Sin embargo, integrar prácticas de mindfulness puede convertir este tiempo en una oportunidad para relajarse y encontrar calma en medio del ajetreo. En este artículo, exploraremos cómo el mindfulness puede ser una herramienta poderosa para reducir el estrés y mejorar la experiencia de viajar en avión desde el momento en que llegas al aeropuerto hasta el momento en que subes al avión.
Estos son los cinco pasos que te ayudarán a volar más relajado.
- Conexión con la respiración:
Una de las formas más simples pero efectivas de practicar mindfulness es centrarse en la respiración. Cuando llegues al aeropuerto, tómate unos minutos para encontrar un lugar tranquilo y cómodo. Cierra los ojos y dirige tu atención a tu respiración. Siente el aire entrar y salir de tus pulmones. Observa cómo tu pecho se eleva y desciende con cada respiración. Permitirte simplemente ser consciente de tu respiración puede ayudar a calmar la mente y reducir la ansiedad.
- Observación de los sentidos:
Mientras esperas tu vuelo, aprovecha la oportunidad para practicar la observación de los sentidos. Tómate un momento para notar lo que te rodea: los sonidos del aeropuerto, los colores y las formas de la arquitectura, los aromas de las tiendas y restaurantes cercanos. Al centrarte en los detalles sensoriales del momento presente, puedes alejar tu mente de pensamientos ansiosos sobre el vuelo y estar más presente en el aquí y ahora.
- Caminata consciente:
El aeropuerto puede ser un lugar bullicioso y concurrido, pero también puede ser un espacio para practicar la caminata consciente. Mientras te desplazas por el aeropuerto, presta atención a cada paso que das. Siente el contacto de tus pies con el suelo, la sensación de tus músculos en movimiento y la postura de tu cuerpo. Caminar conscientemente te permite anclarte en el momento presente y encontrar calma en medio del caos.
- Aceptación y no juicio:
Es natural que surjan pensamientos y emociones mientras esperas tu vuelo y te preparas para embarcar. En lugar de luchar contra estos pensamientos o juzgar tus emociones, practica la aceptación y el no juicio. Reconoce que es normal sentirse nervioso o ansioso antes de volar, pero recuerda que tus pensamientos y emociones no te definen. Permíteles pasar sin apegarte a ellos y vuelve tu atención al momento presente.
- Prácticas breves de meditación:
Durante el embarque, puedes aprovechar el tiempo de espera en la puerta del avión para practicar breves sesiones de meditación. Siéntate cómodamente en tu asiento, cierra los ojos y dirige tu atención a tu respiración o a cualquier sensación física presente en tu cuerpo. Incluso unos minutos de meditación pueden ayudar a reducir la ansiedad y prepararte para el vuelo.
Integrar estas prácticas de mindfulness en tu experiencia de viaje puede transformar incluso los momentos más estresantes en oportunidades para cultivar la paz interior y el bienestar.
¡Buen vuelo!
David Lanzas
Psicólogo sanitario especializado en ansiedad y trauma
Fundador de Instituto Lanzas | @Psicolanzas
Imagen: Yumi mini